martes, 22 de octubre de 2013

HAIKUS DE LUCES DE LUNA




                                               Llevo el alma
                                               con hondas cicatrices;
                                               viejas heridas.

                                               Son los cráteres
                                               que abren al recuerdo,
                                               luces de luna.

                                               Sueños pasados,
                                               rotos como cristales
                                               de cien colores.
                                              Otros se suman
                                              y aún más profundos
                                              en nuestros suelos.

                                              Son los Demonios.
                                              Clavan puñales, dagas,
                                              dardos certeros

                                              Al pueblo joven,
                                              que solo, resiste a
                                              los verdugos

                                              de rudos golpes:
                                              el alimento falta,
                                              la luz, las luces.

                                              ¡Angeles, vengan
                                              con espadas divinas
                                              a quebrar el Mal

                                              que nos aqueja
                                              y cubre nuestro suelo
                                              tan indefenso.

                                              Que Dios ampare
                                              esta "Tierra de Gracia"
                                              donde nacimos!




Caracas, 22 de octubre de 2013
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sábado, 19 de octubre de 2013

DEDALOS



     Hasta ese momento María había sido muy feliz. Todo se vislumbraba hermoso, promisorio. Ella y Juan habían preparado  todo para su boda que se había celebrado el mes pasado. Todavía recordaba las palabras que le dijo una amiga, cuando le dijo que se había casado hacía poco: "Estarás en las nubes, María" . Y ella sabía que era así, sin embargo, mientras flotaba en ellas, vino a su mente una frase de John Lennon, que más o menos decía así: "Vida es lo que le pasa a uno, mientras se hacen planes". Y de pronto una nube oscura se unió a las demás.

        Una tarde la María se encontraba en el Centro de Estudios de Tai Chi, donde desde hacía algunos años practicaba esta defensa personal. Quería calmar un desasosiego que la acompañaba desde el día anterior. Esa noche trató de distraerse con la lectura, pero volvió a colocar el libro sobre la mesa de noche; buscó una película en los canales de televisión y no la satisfizo ninguna. Decidió, por fin, tratar de dormir y le costó mucho conciliar el sueño. Cuando despertó, al día siguiente, era tal su tristeza que, por un momento creyó que se encontraba a la misma altura de una chiripa. Fue entonces, cuando tomó la decisión de irse al Tai chi.  Y ahora estaba allí sin poder concentrarse en los esquemas habituales de la defensa personal. Entonces  los interrumpió, sacó una botella de agua del maletín y salió al jardín a respirar un poco de aire fresco. Luego, volvió a la terraza, donde sus compañeros continuaban marcando los pasos lentos, pero seguros de la disciplina oriental y se sumó a ellos. Esta vez sin dificultad, pues de pronto, sin conocer la causa,  experimentó una sensación única de paz, mientras los ejecutaba. Era como si levitara y se perdiera, etérea, en la estratosfera, hacia el Más Allá. Y así, todavía temprano, en la mañana, ya tranquila, volvió a casa, luego de pasar por el supermercado.

     Era sábado, Juan había salido de viaje de negocios a comienzos de la semana,  y como la ciudad del interior a la que iba quedaba muy cerca del pueblo donde vivían sus padres, decidió pasar a verlos ese fin de semana. 

    María llamó a Juan a su celular, pero no respondió. El mensaje fue enviado al buzón; volvió a llamar y sucedió lo mismo. Esperó un rato e intentó comunicarse de nuevo, pero con igual resultado. Entonces  marcó el número de  la casa de los padres de Juan, segura de que ya, a esa hora de la tarde se encontraría almorzando con ellos. Pero la línea estaba ocupada. Intentó de comunicarse muchas veces, hasta que al fin lo logró, casi al anochecer.  Caminaba de un lado al otro del estar con el téléfono en la mano. Lo que escuchó  al otro lado de la línea  era, más que una voz, un murmullo entrecortado. María aclaró la suya antes de preguntar por Juan, y cuando al fin lo hizo, escuchó la de doña Adelaida, muy débil, por lo que se alarmó, y angustiada, preguntó qué le pasaba, y por fin, le pidió hablar con Juan. Entonces, la señora prorrumpió en un llanto incontenible, para  decirle, luego de muchas interrupciones:

     - Juan falleció esta mañana, querida... tuvo un infarto masivo. Intentamos llamarte, pero no te encontramos; se nos fue Juan. Lo encontramos en el salón con el celular entre las manos. Lo llamé varias veces y no me contestó... Ahora viene el médico forense. Vente ya, eres la esposa y hay que tomar decisiones que sólo a tí te competen. No puedo hablar más. ¡Dios mío, mi Juan, mi niño... ¡Vente ya!.

     Clics aterradores, repetidos, infinitos, retumbaron en el oído de la joven. El cuerpo era un témpano, mientras, el alma, erraba, vagaba sin rumbo, por dédalos oscuros y aterradores. 

     Velos negros cubrieron los días que siguieron. El duelo se apoderó de su alma durante meses, años. Y, todavía, María viste de negro.

      ¿Volverán a cubrirla, algún día, los  suaves tules de la ilusión?






Caracas, noviembre de 2005, octubre de 2013.
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lunes, 7 de octubre de 2013

APUNTES SOBRE UNA ENTREVISTA LITERARIA


NAPOLEON BACCINO PONCE DE LEON
CARMEN BOULLOSA



   El pasado 20 de octubre fui invitada por Roberto Lovera de Sola, crítico literario venezolano, a una exquisita cena en su casa para agasajar a los escritores Carmen Boullosa, de México y Napoleón Baccino Ponce de León de Uruguay. El gentil anfitrión también me extendió la invitación para el día siguiente, a una charla dictada por los escritores latinoamericanos señalados, en la Fundación Herrera Luque. Allí ellos narraron sus propias experiencias en el mundo de las letras. Ella es autora de varias novelas interesantes, entre las que se cuentan: “Los Hermanos de la Costa”, El Médico de los Piratas” y “La Milagrosa”. El autor uruguayo escribió  "Maluco"otra novela excelente.
ROBERTO LOVERA DE SOLA
      Roberto Lovera fue el  anfitrión y entrevistador de ambos escritores en la Fundación Herrera Luque. Sus preguntas fueron las siguientes:

 A)¿En qué momento comenzaron a ser   escritores?
 B) ¿Qué se hace para escoger un género de otro?
 C) ¿Cuáles son las técnicas utilizadas para escribir?

NAPOLEON BACCINO PONCE DE LEON
     Para Napoleón Baccino el ser escritor es un proyecto de vida; es una profesión en el sentido profundo de la palabra. –Comenzó diciendo que un escritor tiene que tener una formación académica y ser un lector de clásicos y modernos para poder compararse con los colegas actuales. 
    
    Cuenta Baccino que  en el Uruguay, uno de cada tres uruguayos tiene un libro publicado. En cuanto a su vocación literaria, manifestó que  siempre le gustó el género de la novela, pero que fue a los dieciocho años, mientras se encontraba leyendo en la Biblioteca Nacional cuando decidió ser escritor, novelista. Y refiriéndose a la novela, expresó que este género tiene una serie de particularidades: El cuento entra por una puerta y sale por  otra. En la novela, el escritor se instala con ella y la novela con el lector.

     Me gustó mucho la comparación que Baccino hizo de este género, cuando afirmó que “No puede ser una novela un sándwich, sino una suerte de banquete, donde cada uno escoja su alimento, de acuerdo a lo que esté necesitando” y añadió que el humor es un ingrediente esencial en la novela :“Hace las veces de pan o de vino. Limpia el paladar del plato anterior y lo prepara para el plato que sigue. No puede atiborrarse de pan ni de vino. Es cuestión de dosificación”.

     En cuanto a su novela “Maluco”, dijo que nunca antes de decidirse a escribirla a él le habían interesado demasiado los temas históricos, pero que un día, como señaló anteriormente, se encontraba en la Biblioteca Nacional y tuvo en sus manos un libro que mencionaba el viaje de Magallanes; desde entonces, comenzó a trabajar en ese proyecto.

    Narró Napoleón Baccino las dificultades que confrontó en su país para escribir su novela, debido a que había palabras prohibidas por la Dictadura, lo que hacía que los escritores no tuvieran libertad de expresarse, teniendo que cuidar el vocabulario que utilizaban. Es más, en esos años de la Dictadura los uruguayos debían ir a la policía a buscar su Fe Democrática, que los clasificaba en tres categorías:

     A) Democrática.
     B) Dudosa.
     C) Váyase del país.

    Contó que su obra, "Maluco",  la escribió en un escritorio pegado a la pared, sin ventanas. Entonces, la vistió de oleajes, simulando un mar que no veía.  Y añadió que el proyecto de esa novela le llevó cinco años realizarlo, desde su primera versión hasta su publicación. Durante veinte años no se parecían los resultados al proyecto, y como él mismo asevera, si el proyecto y el resultado no se parecen, algo anda mal.
    
CARMEN BOULLOSA
     Cuando  a la escritora mexicana, Carmen Boullosa, le correspondió responder sobre cómo había sido el momento en el que había comenzado a ser escritora, ella contestó que esa decisión la había tomado sin dudarlo, en una noche de insomnio. Tenía 16 años cuando sintió el llamado, como suelen sentir el llamado de Dios las religiosas. Entonces quiso entregarse en cuerpo y alma a aquella vocación que nació en una noche de desvelo. Se vio a sí misma escritora. Y agregó que un escritor se hace, no se nace. Para ella el escribir es un oficio de sabiduría y de humildad.

     En cuanto a su técnica, ella mencionó que acostumbraba recostarse en una sofá para construir la historia mentalmente. Respecto a esto, dijo riendo, que a ella le daba un poco de vergüenza con el señor que llevaba el gas a su casa, pues casi siempre la encontraba acostada  en el sofá,  pensando que quizás era una señora perezosa y jamás que ella, en realidad, lo que estaba era trabajando. Esta era la  forma como laboraba  la trama, luego la escribía. De esta manera nacieron sus novelas: "Mejor desaparece", "Llanto", "Los hermanos de La Costa", "El Médico de los Piratas" y "La Milagrosa".


Caracas, octubre de /1992?/

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