miércoles, 28 de junio de 2017

CARIÑOSOS RECUERDOS DE MI PADRE, LUIS ALBERTO PAUL, PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO 1989, EN EL DIA DEL PERIODISTA





           Luis Alberto Paúl, cuando era Jefe de Redacción del diario "La Esfera".

     Mi padre, Luis Alberto Paúl, fue excelente escritor y periodista, galardonado con el Premio Nacional de Periodismo en 1989. Con él se podía conversar casi sobre cualquier tópico. Sus hijos pensábamos que era una  especie de enciclopedia, pues no había pregunta que le hiciéramos que no nos contestara. Eso sí, las de índole deportiva se las remitía a mi hermano Alberto quien era experto en la materia. Sin embargo a mi padre lo caracterizaba su gran humildad, cualidad ésta que no he encontrado tan marcada en ninguna otra persona en toda mi vida. Tuvimos siempre una gran comunicación, y él fue siempre mi guía en mis inicios “literarios”. El buen humor, tan característico en mi papá, siempre nos acompañaba y nos hacía reír mucho a sus hijos, pues nos imitaba con increíble veracidad.

Recuerdo una vez que escribí en las páginas de un cuaderno de una raya, una novela que llamé “VACACIONES”, y que resultó una mezcolanza de estilos. Mi papá, para echarme bromas, inventó un personaje - la señora Romaguera, según él tomado de mi novela -  a la que a cada momento, le encantaba imitar. Y lo hacía  cuando me encontraba en alguno de los lugares de la casa o cuando nos sentábamos a la mesa. Entonces las carcajadas de los comensales no se hacían esperar.  En otras oportunidades, eran las historias de su infancia y juventud las que amenizaban las sobremesas, sobre todo las dominicales, luego del consabido sancocho de gallina y los buñuelos de yuca con melado de papelón, menú con el que nos regaba mi mamá. Estas agradables reuniones y conversaciones con mi papá continuaron durante toda su vida. La familia lo admiraba y sus hijos  lo amábamos mucho, pues siempre estaba accesible para sus hijos, al igual que nuestra madre. Como buen periodista estaba pendiente de las noticias a través del periódico y la televisión. 

La máquina de escribir mecánica fue siempre la que prefirió utilizar hasta el final de sus días. No le atrajo nunca la eléctrica con todos sus adelantos de esféricas con diferentes y sofisticadas letras, no. Durante toda mi vida le vi teclear con fuerza y con  una velocidad envidiable, máquinas Remington, y Royal. En la primera practiqué yo mis primeras lecciones de mecanografía, aprendidas en la Academia  Victegui de Los Teques. Luego le traje de Viena una Olivetti, Alberto, mi hermano le regaló otra no recuerdo de qué marca, y así todos los hijos se las obsequiábamos por Navidad o por su cumpleaños, que ocurría el día después de esa festividad. Luego insistíamos en regalarle las máquinas de escribir eléctricas, pero él prefería las útiles y sonoras mecánicas.

    Cuando las nuevas tecnologías sacaron al mercado las computadoras, mi papá siguió con interés su evolución. Con frecuencia me preguntaba acerca de mis adelantos en su manejo y cuando ocurría algún percance con ellas siempre estaba atento a su solución. Inclusive, llegamos a trabajar juntos en un libro suyo sobre folklore venezolano, que yo le transcribí a Word. El venía a casa, veía los adelantos de su libro en pantalla y luego, se llevaba una copia de mi trabajo de transcripción para corregirla en casa y devolvérmela luego.

 Una vez lo insté a que escribiera en la computadora y así lo hizo cuando verificó que el teclado no se diferenciaba del de la máquina de escribir  mecánica que él utilizaba. Quiso, entonces practicar los tamaños de letra, el mecanismo de la computadora, y luego, muy entusiasmado  y entre bromas escribió lo siguiente:

“Myriam está convertida en una tecnóloga de primera. Ojalá que un día de éstos invente la piedra filosofal verdadera para convertir nuestros devaluados billetes en oro cochano puro.
A través de la persiana de la cocina, filtrábase un rayo de luz, y yo quise atraerlo un poco hacia mí para preguntarle si venía de la segunda galaxia, después de la constelación del Toro. Negó el rayo que viniese de allí – al parecer era un explorador andariego, deseoso de comprobar si los terrícolas están hechos de basura cósmica. Quise ofrecerles café al luminoso visitante, y a poco desapareció para mezclarse con la claridad solar común. Noté luego que por la huella del rayo se había formado una especie de mínimo tútelo más bien una suerte de círculo. Caray, pensé, esto es una invitación a observar... extrañas cosas. De pronto, vi cómo se delineaba un rostro de payaso y una sonrisa desdentada. Bueno: aquello era Morocho, de Los Teques. Se esfuma la visión del campanero, y distingo entonces la cara juvenil de una princesa asiria. Venía en una carroza custodiada por dos leones -made in Teresita Arleo- los leones eran idénticos a los del palacio de Nemrod en Babilonia.
Gira vertiginosamente el círculo. Ahora la princesa es árabe. Identifico a Scherezada frente a un príncipe petrolero del siglo veinte. Por Dios, soy yo misma, vale. Ya se. El Aleph."

     Han pasado ya muchos años y ya mis padres no se encuentran con nosotros, como tampoco mi hermano Alberto. Encontré estos apuntes, ayer, Día del Periodista, los he revisado, pero esos apuntes sobre mi padre, que escribí un día cualquiera del año 2000, los he dejado igual. Lo que cada día aumenta, es mi agradecimiento a mis padres. A él por haberme regalado el amor a la literatura, además de su invalorable ayuda en el oficio de escribir, y a mi madre por ser mi primera "fan".


Caracas, 27 de junio de 2017








lunes, 12 de junio de 2017

MARCHA "RUMBO A LA VICTORIA". DOS VOCES SOBRE LA EXPERIENCIA DE UNA EMBOSCADA (FACEBOOK).





Hoy 10 junio a las 12m, me fui con mi vecina Myriam a marchar hacia la Av. Victoria..salimos rumbo hacia el comando de Capriles, pertrechadas con agua, pañuelos, banderas, y unos caramelitos..Estuvimos esperando las marchas de diferentes sitios que pasarían obligatoriamente por ahí porque era la ruta marcada. Se unieron mucha gente, estaba Capriles dando declaraciones a la prensa 2pm. Emprendimos la marcha todo ese gentío, entre el equipo de primeros auxilios, todos muy bien organizados, prensa, comunicadores sociales, los líderes democráticos, diputados, mujeres y hombres de todas las edades, nuestros muchachos guerreros, así como también gente en motos. Pasando por el mercado de los sábados de frutas y verduras del lugar, un señor con su camión de cambures, empezó a darlos a la gran cantidad de muchachos que le pasaban al lado. Esta es Venezuela!!! Toda una gran marcha, unidos, cumpliendo el deber que nos llama. Estuvimos caminando hacia la 2da cuadra de recorrido, para encontrarnos cómo siempre el piquete de la PNB en el puente que conecta Colinas, con el Centro Comercial El Recreo, y antes de Ciudad Banesco. En ese momento le dije a mi vecina: allí está el piquete vamos a pasarnos para la otra acera porque pueden empezar a atacarnos, justo a los 3 minutos, empezó la arremetida con lacrimógenas, por supuesto empezamos a apurar el paso como podíamos entre tanta gente. Inmediatamente percibí como me pasó por un costado el aire de algo que iba a alta velocidad. No llegó a tocarme, pero sentí su paso y sonido de aire...me dije para mis adentros, puede ser un perdigón.Gracias Dios que no me pegó!. Seguimos como podíamos corriendo, mientras la PNB nos perseguía con sus lacrimógenas! Subimos por unas calles hacia lo alto del lugar y luego dimos una gran vuelta. Ya estando a salvo, pudimos agarrar aire, rezar un padre nuestro juntas, pedir también a San Miguel Arcángel por su protección para todos, tomar agua. A la vez que veíamos 3 señoras mayores en el balcón de una casa rezando con sus grandes y largos rosarios y pidiendo por todos nosotros...Gracias mi DIOS!!! Dentro de todo esto, ya era tiempo de regresar a casa, pasamos por Las Mercedes, alrededor de las 5pm, fuerte represión, lleno de muchachos, gente, motorizados, vi a lo lejos como llevaban a un muchacho entre cuatro para auxiliarlo en una ambulancia que sirve de puesto de socorro..La gente seguía en las calles, dando el frente ante la represión de los PNB, qué aún están del lado de un "gobierno" que se encuentra entre la espada y la pared, altamente desesperado por no querer entregar ni perder el poder, que se resiste escuchar a todo un pueblo: "MADURO RENUNCIA", "VETE YA, CON TODO Y TÚ COMBO", "DEJA A NUESTRA VENEZUELA EN PAZ"..."VÁYANSE TODOS", "DÉJENNOS RECOGER LOS RESTOS DE NUESTRO PAÍS Y RECONSTRUIR TODO LO QUE HAN DESTRUIDO EN ESTOS 18 AÑOS DE SOCIALISMO DEL SIGLO XXI".. "QUEREMOS QUE SE VAYAN TODOS".."QUE PAGUEN POR TANTOS DAÑOS" .: 

 Dios está con nosotros, en esta lucha por nuestra libertad! Vecina: me siento orgullosa, me siento muy bien de venir a estas marchas, y qué Dios nos proteja! Hemos entendido que esta gente se va con la unión de todos nosotros, con nuestra fuerza, con nuestra convicción del país que merecemos, porque sabemos que tenemos un gran país, solo que está secuestrado por ellos, para someternos a las peores calamidades. Nos tocó Venezuela liberarte, en el nombre de Dios, seguimos adelante!

Deyanira Quiñonez

La imagen puede contener: 2 personas, personas de pie y exterior
Deyanira Quiñonez porta su bandera por la Libertad.


Represión  a la Marcha hacia la Av. Victoria en Bello Monte, por  la PNB y la GNB, el 10 de junio de 2017

Doy gracias infinitas a Dios por llegar sana y salva a mi casa, después de la brutal represión con bombas lacrimógenas con la que arremetió la GNazional a la marcha que encabezaba Henrique Capriles, seguidos de los grupos que venían de Altamira y Santa Fe. A las 2:00 p.m. una vecina amiga y yo, luego de esperar  a ambas marchas frente al Comando de Capriles en Bello Monte, salimos felices al ritmo de "¿Quiénes Somos? ¡Venezuela...! Pero cuando nos aproximábamos a los Puentes de Bello Monte, poco tiempo después de arrancar la marcha completa hacia la Avenida Victoria, explotaron las bombas lacrimógenas como si nos estuvieran emboscando. La gente retrocedió perseguida por las bombas. A mi vecina le silbó una bala o bomba en la cintura y ésta siguió su curso criminal. Nos agarramos con fuerza y corrimos precedidos y perseguidos por una turba que corría despavorida. Nosotras entre ellos, buscando una salida por las calles de Bello Monte. Pero en cualquiera de ellas nos esperaban más bombas lacrimógenas. Sentí un pavor como nunca en mis 18 años de marcha había sentido. Creí que me quedaba en el camino. "Apúrate, Myriam, dale más rápido, camina más rápido", me decía Deyanira, mi amiga. Mi lengua iba de corbata, camino arriba. No podíamos parar, porque nos perseguía de cerca la GN. Yo sólo veía el piso, corriendo, mientras me repetía que tenía que tener "calma" y no dejarnos llevar por la turba.El pánico podría ser nefasto. Y continuamos nuestra carrera cuesta arriba por Bello Monte. Algunos muchachos hicieron una barrera en las calles. Continuaron las bombas. Subimos con un grupo que también corría despavorido. Unos siguieron hacia el Club Táchira, nosotros sorteábamos las calles hasta llegar a la casa de la madre de Deyanira. Su bella familia nos ayudó a calmar. Nos invitaron a almorzar y a que pasáramos el susto. Luego, ya en la tarde, llegamos a nuestros respectivos hogares, después de sortear, todavía, caminos y bombas en Las Mercedes. Gracias a Dios y a la Virgen que ya estoy en casa contándoles mi gran susto.


Myriam Paúl Galindo