domingo, 29 de abril de 2018

EL HADA DE LOS BOSQUES DEL SEÑOR



Homenaje a nuestra madre, Dora Galindo de Paúl, en el undécimo aniversario de su partida.

Érase una niña linda
con cabellos de oro y sol,
ojos de miel muy pura
y labios de corazón.

Los pinceles celestiales
del gran Dios del Universo
quisieron pintarla toda
con flores y con cerezos.

Se hizo mujer un día
y de pronto transformó
su cuerpo de niña en hada
de los bosques del Señor.

Estudió Artes y Oficios:
canto, cocina y labor,
eran bellas sus costuras,
y muy rica su sazón.

Pero un día, uno de tantos,
la chica se enamoró,
cruzó aros con un joven
muy apuesto, hasta escritor.

Y celebrose la boda
en medio de la ilusión
de los emocionados novios
ante el altar del Creador.

Cuatro vástagos vinieron
para alegrarles la unión:
Norma, Alberto y Dorita,
y yo, que fui la mayor.

Pasó el tiempo, y ahora
la descendencia aumentó.
Hijos, nietos y bisnietos
la recuerdan con amor,

pues han pasado once años 
que se fue con el Señor
la chica de nuestra historia,
la madre, la abuela que hoy

vela por todos nosotros
allá en el Reino de Dios,
con maternal cariño, 
con ternura y con amor.




Caracas, 29 de abril de 2018.







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