A mi padre, Luis Alberto Paúl, en el séptimo aniversario de su partida
Siete estrellas
brillan Allá Arriba
y nos alumbran.
Una por cada
año de tu partida,
no tu ausencia.
Estás presente:
tu savia fluye, pasa
por troncos, ramas.
Enraizado
en los cuatro árboles
que tu sembraste
enamorado,
con la planta más bella
que Dios ha creado.
Hoy, brotes tiernos
nacen de varias ramas,
se multiplican.
Florecen siempre
en muchas primaveras,
también veranos
que Dios, tan Grande,
bendice y perfuma
todos los años.
Siete estrellas
iluminan los bellos,
lindos retoños.
Arboles nuevos,
de flores chicas, cubren
tu Venezuela.
Caracas, 22 de noviembre de 2015
Imágenes: WEB
Qué cierto es, Myriam: ellos se van físicamente, pero continúan a nuestro lado.
ResponderEliminarUn poema muy sentido, de esos que salen del corazón.
Un abrazo.
Gracias, Isabel, por tus lindas palabras. A los padres los llevas contigo siempre. Las efemérides, o cuando piensas "un día como hoy, o en una situación así..." se exacerban los sentimientos.
EliminarOtro abrazo caraqueño para tí.
Muy bonito
ResponderEliminarGracias por leerlo, Alberto. Me alegra que te haya gustado.
EliminarAbrazos.