martes, 25 de octubre de 2011

UNA MUJER EN IGUALDAD DE CONDICIONES



MI FLAMANTE ESCRITORIO

     Al inicio de mi trabajo en la OPEP, se acostumbraba celebrar cada lunes por la tarde una charla o Lecture. Generalmente, que recuerde, la dictaba el propio Secretario General. Como en ese entonces la sede de la organización estaba ubicada en un viejo edificio de Brücknerstrasse, frente a la Embajada de Francia, y  éste tenía poco espacio,  estas  conferencias se celebraban en la Biblioteca. Una gran mesa modular, permitía a los asistentes sentarse cómodamente a ella. En vista de que mi escritorio quedaba al frente y   junto a una de las ventanas, yo prefería escuchar la charla de turno desde  allí,  y observar  la  ronda masculina en sus sillas azules. Desde ellas  llegaban a mi palco particular frases en árabe, iraní o español  antes de que hiciera su entrada el Secretario General, quien  se dirigiría a nosotros en  inglés, idioma oficial de la Organización.
     Un día el doctor Aníbal Martínez, geólogo venezolano –en ese entonces Jefe del Enforcement  Department -quien junto con el abogado Humberto Adrianza Rincón, del Legal Department   y  quien suscribe, del Information Department, formábamos la cuota de personal venezolano del Staff de  la Organización- me preguntó extrañado por qué no escuchaba las charlas sentada a la mesa como los demás miembros del Staff. Como  le respondiera que me sentía muy cómoda, haciéndolo  desde mi escritorio y darle de esta manera sitio a algún otro participante,  me contestó que eso no estaba bien, pues mi lugar estaba junto a mis compañeros del Staff de la Organización. Cuando, con cierta timidez, le argumenté que yo era la única mujer del grupo, el Dr. Martínez argumentó que eso no me impedía participar en ella, y que la próxima vez quería verme sentada a  la mesa y no junto a mi escritorio. 
      Como comprendí que  mi compatriota tenía razón, al lunes siguiente  me sumé al grupo,  según lo aconsejado.  Y sucedió que cuando ya se había iniciado la charla presidida por el Secretario General, tocaron a la puerta de la Biblioteca,  que estaba  próxima a la  silla donde estaba sentado el alto ejecutivo árabe, por lo que él mismo tuvo que pararse para abrirla. En el vano de la puerta apareció María, la señora que traía el carrito con los refrigerios, y sucedió que, al momento de pasar, éste  se atascó, impidiéndole continuar, por lo que   ella, muy confundida, me dirigió una mirada suplicante al otro extremo de la mesa, donde me hallaba, solicitando mi ayuda.  Cuando me percaté de su señal, quise pararme para ir en su auxilio,  pero al intentarlo,  la  orden visual del Dr. Martínez  congeló mi intento,  por lo que tuve que sentarme de nuevo. Interpreté su mirada como una indicación de que había otras personas que estaban cerca de la puerta que  podían auxiliarla y no expresamente yo. Fue entonces cuando el propio Secretario General y otro de los asistentes la ayudaron a pasar el refrigerio. Al terminar la conferencia, pude observar que Aníbal Martínez se mostraba satisfecho  de que  yo hubiera seguido su consejo  al unirme al grupo del Staff y comportarme como un  miembro más,  lo que significaba que yo era  una mujer  en  igualdad de condiciones a los asistentes masculinos a los Lectures semanales.




NOTA: El Dr. Aníbal Martínez, luego fue  Jefe del  PR & Information Department  al cual estaba adscrita  la Biblioteca que yo dirigía. El es un hombre de quien guardo muy buenos recuerdos por su gran inteligencia, su preparación  y su sentido de justicia.  Un gran gerente con alto prestigio  y reconocimiento dentro del personal de la Organización de Países Exportadores de Petróleos (OPEP).


VISTA DESDE MI PALCO
 
Caracas, 11 de octubre de 2011

3 comentarios:

  1. Excelente tu croniquilla. La he disfrutado mucho. Considero de muy alto nivel personal y profesional el análisis y la recomendación que te hizo el Dr. Martinez, así como su refuerzo durante la charla. Con seguridad que ese evento reforzó tu autoestima y la percepción del grupo con respecto a tu persona.
    Antonio Valentiner

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  2. Un cambio de aspecto favorable para tu blog..!
    Tus crónicas siempre son interesante.

    Seguimos...

    miss América

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  3. Fue una lección que, viniendo de un hombre, ¡adquiere mucho más mérito! Meche

    (Recuerdo mucho los libros de Aníbal Martínez, referencia obligada para los que trabajamos en la industria petrolera)

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